Discurso en la XXIII Cumbre Iberoamericana

MARIANO RAJOY

Señor presidente de la República de Panamá, señor secretario general de la SEGIB, señor presidente de los Estados Unidos Mexicanos, estimados colegas,

Celebramos nuestra Cumbre número veintitrés aprobando un documento que renueva nuestros encuentros y la propia Conferencia Iberoamericana. Creo que debemos felicitarnos todos por este esfuerzo de renovación, que va a adecuar nuestras reuniones a la realidad y hacer de la SEGIB un instrumento más eficaz al servicio de la cooperación y de la cultura iberoamericanas, en beneficio de nuestros ciudadanos.

Hemos hecho mucho y hemos hecho bien, y lo seguiremos haciendo bien. En el marco de este constructivo esfuerzo común yo quiero plantear la conveniencia de integrar los distintos organismos iberoamericanos, porque funcionan de forma excesivamente autónoma y no proporcionan la visibilidad adecuada al espacio iberoamericano. Si los integráramos en la SEGIB, haríamos el sistema iberoamericano más eficaz y lo reforzaríamos hacia adentro y hacia fuera. Me refiero a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, la Organización Iberoamericana de la Juventud y la Conferencia de Ministros de Justicia Iberoamericanos.

Por tanto, propongo que demos un mandato a nuestros cancilleres para que en la próxima Cumbre nos presenten un estudio y un plan de integración de dichos organismos en la SEGIB.

Señores Presidentes,

Nuestro mayor activo son nuestros ciudadanos y quiero aprovechar esta ocasión para agradecer la acogida de los españoles en los países latinoamericanos. Un millón de españoles ha hecho de América Latina su segunda patria. También España ha acogido a los latinoamericanos en momentos difíciles. Tenemos la satisfacción de acoger a un millón y medio de latinoamericanos en España, sin contar el creciente número de dobles nacionales. Todos ellos contribuyen con su esfuerzo y sacrificio a nuestro progreso, aunque también están sufriendo con nosotros los efectos de la crisis.

Este ir y venir a un lado y otro del Atlántico genera una tupida red de intereses comunes que constituyen los cimientos de nuestra Comunidad.

Señores Presidentes,

Nuestras economías están internacionalizándose cada vez más. Las empresas multilatinas son un motor de desarrollo de las economías. Contribuyen a la creación de valor y de riqueza. Aportan tecnología, crean empleo y favorecen la mayor integración y cooperación entre nuestras naciones.

Asimismo, debemos redoblar esfuerzos para favorecer la circulación de personas, capitales, bienes y servicios en el seno de la Comunidad Iberoamericana. En este sentido, nos conviene poner especial énfasis en las iniciativas que faciliten la circulación del talento entre nuestros países.

Esta movilidad de talentos ayudará a crear una cultura empresarial propiamente iberoamericana y contribuirá a la generación de empleo de calidad donde más se requiere, lo que beneficiará a todas nuestras sociedades.

Es necesario también disponer de un marco normativo que proporcione a nuestras empresas la seguridad jurídica que necesitan para la toma de sus decisiones de inversión. La internacionalización de nuestras empresas debe ir unida a la defensa de marcos regulatorios transparentes y predecibles.

Señores Presidentes,

España viene de una grave crisis económica de la que, gracias a un amplio y ambicioso plan de reformas estructurales, estamos comenzando a salir. Estamos estableciendo las bases para que nuestra economía sea más competitiva y flexible, capaz de crecer y generar empleo.

Las medidas de política económica se han basado en tres pilares fundamentales:

– Una política de consolidación fiscal a todos los niveles administrativos.

– Un ambicioso programa de reformas estructurales para favorecer la actividad empresarial, mejorar el funcionamiento de los mercados e impulsar la competitividad.

– Y, por último, la reforma en profundidad del sistema financiero, que garantiza la solvencia de nuestras entidades.

Todas estas medidas están logrando algunos resultados positivos, como la reducción del déficit público, un mayor dinamismo del sector exterior y la recuperación de la confianza de los mercados.

De este modo, el crecimiento previsto por el Gobierno para 2014, tras dejar la recesión este año 2013, será del 0,7 por 100. Puedo asegurarles que España está saliendo ya de la crisis con una economía saneada y reforzada y que, aunque son muchas las cosas que nos quedan por hacer, tenemos la voluntad, el empeño y la determinación de hacerlas, porque eso es lo que nos va a dar garantías de cara al futuro y lo que va a dar lugar a que haya crecimiento económico sostenido y estable, creación de empleo y mejora del nivel de bienestar y riqueza de todos los ciudadanos.

España va a ofrecer buenas y renovadas oportunidades, y estaríamos encantados de que las empresas latinoamericanas aprovecharan esas oportunidades y se establecieran en España, continuando la construcción del cada vez más sólido espacio iberoamericano.

América Latina desempeña un papel muy significativo en nuestra recuperación. España tiene ya una inversión acumulada de más de doscientos mil millones de dólares en América Latina, una inversión que contribuye al desarrollo económico y social mediante la creación de puestos de trabajo y de oportunidades de negocio.

Somos el segundo inversor en América Latina y por ello contribuimos a generar empleo. Y el compromiso de las empresas españolas en la región es a largo plazo.

América Latina siempre ha sido una oportunidad para España, pero España también es una oportunidad para América Latina. España es un mercado de 47 millones de personas y es la puerta de acceso al mayor mercado del mundo: quinientos millones de personas.

Debemos aprovechar de manera conjunta las nuevas oportunidades, en particular el hecho de que España y la Unión Europea les hemos abierto nuestro mercado a pesar de la crisis. Me refiero a la reciente entrada en vigor del Acuerdo de Asociación de la Unión Europea con América Central, entrada en vigor, al menos ya, en sus aspectos comerciales, y también al Acuerdo Comercial Multipartes con Colombia y Perú.

Y termino ya. Quiero darles las gracias, como ya lo hice en el día de ayer, al presidente Martinelli por el trato, por el cariño y por la deferencia con la que nos ha tratado a todos. Quiero darle las gracias, como también lo hice en el día de ayer, a Enrique Iglesias. Tengo la firme convicción, porque es su voluntad y la de todos, de que siga aquí con nosotros. Y quiero desearle a Enrique Peña Nieto, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el máximo éxito en la próxima Cumbre de Veracruz, a la que Dios mediante, asistiremos el año que viene.

Reitero la apuesta en profundidad de España por América Latina. España cree en América Latina y en lo que podamos aportar juntos en la escena internacional. Apoyándonos y con una mirada común, juntamente con Portugal, abordaremos el futuro con ambición y con esperanza.

Muchas gracias por su atención.