Acto del Frente Amplio

Queridas uruguayas, queridos uruguayos, queridos compañeros y queridas compañeras. En primer lugar, permítanme comentarles que desde el preciso lugar en que ahora estoy parado tengo una impresionante vista. Los veo a ustedes en una multitud que se extiende por varias cuadras, pero veo también detrás de ustedes y delante mío la majestuosa obra escultórica ubicada allá lejos, al final de 18 de Julio, en la plaza Independencia y que representa a don José Artigas.

Aquí está parte de su pueblo don José. Aquí está el Encuentro Progresista-Frente Amplio, la fuerza política, sus legisladores, el gobierno municipal de Montevideo. Una fuerza política cuyo motivo fundamental es la gente, es el pueblo uruguayo y está profundamente arraigada en el corazón de ese pueblo uruguayo. Con la gente, siempre con la gente.

Y al principio de este diálogo que vamos a tener con ustedes, de esta charla, de esta conversación y si me lo permiten en nombre de nuestra fuerza política queremos saludar a la colectividad judía del Uruguay que hoy comienza su año 5671. Aquí está la primera fuerza política de este país. El Frente Amplio Encuentro Progresista es la primera fuerza política del país y como tal a lo largo de nuestra oratoria nos vamos a ir refiriendo a los distintos temas. En la última etapa de la vida política del Uruguay hemos opinado y hablado sobre la ley de urgencia que esta fuerza política rechaza en sus elementos centrales. Unánimemente la rechazamos y no sólo la rechazamos sino que los frenteamplistas desde sus organizaciones, individualmente y las fuerzas políticas del Frente Amplio y del Encuentro Progresista que así lo quieran, vamos a trabajar para intentar derogar algunos artículos de esta ley a través de un plebiscito.

Trabajamos sobre la Rendición de Cuentas del gobierno nacional de 1999, sobre el presupuesto nacional, en conjunto elaboramos una cronología de acción política que se está desarrollando a través de los viajes, recorridos, visitas a todo el país con motivo de la discusión en el Parlamento pero también con la difusión, análisis y posicionamiento de nuestra fuerza política respecto al presupuesto nacional. Hace pocos días estuvimos en San Carlos, el sábado vamos a estar en Young, luego vamos a estar en Tacuarembó, en Canelones, trabajando sobre este tema, un tema primordial para todos los uruguayos, un tema principal. Lo más importante que tenemos y que lo hemos situado como el tema con el que tenemos que trabajar junto a todos los uruguayos en las próximas semanas, en los próximos meses.

Actualización ideológica
Luego de esta etapa casi coincidiendo con ella, nuestra fuerza política aprobó en el seno del Frente Amplio, y en la coordinadora luego del Encuentro Progresista, trabajar en una tarea que es de todos nosotros pero que es fundamental para situar al Frente y al Encuentro en los umbrales del siglo XXI. En ese proceso de actualización ideológica de interpretación de la realidad, de búsqueda de las herramientas que nos permitan seguir luchando cada vez más fuerte por esos principios y esos valores que tiene esta fuerza política de los que no renunciamos y que cada día están más vigentes y que son los que pueden encontrar el camino de la felicidad del pueblo uruguayo.

Serán los primeros tres meses del año que viene que verán coronar este trabajo y esfuerzo colectivo que realizaremos todos. Y luego a partir de abril y mayo de 2001, nos lanzaremos a recorrer el Uruguay pueblo a pueblo, con la gente, cuatro años, como lo hicimos en la campaña preelectoral hacia octubre de 1999, con dos motivos o razones fundamentales. La primera y sustancial: seguir aprendiendo del pueblo uruguayo y junto con el pueblo uruguayo en cada rincón del país. La segunda: diseñar en conjunto una estrategia global que nos permita encarar los próximos años políticos que tenemos por delante. Ese es el trabajo de nuestra fuerza política. También tenemos el trabajo de nuestros compañeros legisladores y debo anunciar aquí y ahora la convocatoria que se va a hacer por parte de nuestra fuerza política al Senado el 5 de octubre en régimen de comisión general a los ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Industria Energía y Minería y de Relaciones Exteriores para considerar la problemática de la industria azucarera del Uruguay. De esa industria azucarera y de esa producción de azúcar de la que hablamos en 1994 ¿recuerdan? y en aquel momento se nos dijo de todo. Ahora estuvimos hace poco con todos los compañeros que están aquí visitando Bella Unión y todos en Bella Unión estaban reclamando para poder surgir de lo que va quedando, lamentablemente muy poco en aquella zona, en cuanto a la activación de la producción del azúcar como fuente de empleo para aquella zona que tanto lo necesita. Y allí estuvo esta fuerza política, su fuerza política una vez más, y estuvieron otras fuerzas políticas representadas por sus legisladores, que también en sus declaraciones apoyaron los justos reclamos de la intersocial de Bella Unión. Esperemos que los representantes parlamentarios de otras fuerzas políticas que dijeron que iban a apoyar allá en Bella Unión también cuando estén en el Parlamento levanten las manos para apoyar.

Interpelación por deuda del agro
Y hay acuerdo también a nivel de bancada para promover la interpelación a los ministros de Economía y al de Ganadería en referencia a la problemática planteada en abril de 1999, respecto al endeudamiento del sector agropecuario. Nuestra fuerza política junto a la gente, con nuestros compañeros parlamentarios trabajando junto a los uruguayos como debe ser.

Y el gobierno departamental de Montevideo que por tercera vez consecutiva el Frente Amplio y el Encuentro Progresista ejercen en la capital del Uruguay. Podríamos decir muchas cosas. Esta fuerza política fue la que inauguró la concurrencia del intendente y su equipo de gobierno semana a semana en los acuerdos en cada barrio de Montevideo y hoy el compañero Mariano Arana trabaja barrio a barrio para elaborar un presupuesto participativo, profundizando la democracia y jerarquizando la participación popular y además cumpliendo con el mandato de descentralizar y abrir caminos de participación, nombrando y designando a las Juntas Locales para que todos los vecinos puedan junto a nuestro compañero gobernar el departamento de Montevideo. Es así. Aquí está su pueblo y aquí está esta fuerza política, don José Artigas, orgullosos de nuestro pasado, respetuosos de su ideario, intentando traducir su pensamiento en la práctica cotidiana. Ese pueblo al cual usted le reclamó unidad cuando en abril de 1811 lo convocó a la lucha contra los opresores de nuestro suelo y refractarios a los derechos de nuestra respetable sociedad. Ese pueblo que pocos meses después lo proclamó Jefe de los Orientales. Ese pueblo en el cual usted depositó la soberanía y al cual entregó generosamente sus mejores esfuerzos. Ese pueblo humilde que ni se creyó la leyenda negra según la cual usted era un genio maléfico, un hombre turbulento, un ser extravagante, un antisocial, un impostor, un perverso, un infame o simplemente un asesino a cuya cabeza había que poner, y se le puso nomás en 1814, precio. Ese pueblo que tampoco se siente identificado con esa suerte de mortaja de bronce y mármol con que la historia oficial de este país, un país que usted no concibió como tal, pretende cubrirlo para presentarlo como padre fundador, santo laico, general invencible, héroe de las unanimidades o prócer. Ese pueblo que lo siguió y que lo espera en su soledad, porque usted fue y sigue siendo, don José, un hombre solo. Ya lo expresó Carlos Quijano en un conmovedor editorial que publicó en Marcha en junio de 1964 y que en un pasaje dice: «Artigas es de la independencia total y la República democrática, la nación en la confederación, la producción frente al intermediario, los frutos de la tierra quienes sobre ella penan. Por eso sus enemigos fueron todos, los débiles y los déspotas, los escépticos y los burócratas, los intermediarios y los terratenientes, los hombres de poca fe y los hombres de orden, los extranjerizantes vendida el alma al poderoso ajeno, y también los patriotas de campanario atados al minúsculo solar circuido por el horizonte visible. Y, continúa Quijano, está el hombre, el resplandeciente e impar valor humano, el héroe que no contó con el favor de los dioses, el combatiente de carne y hueso en un perdido rincón del mundo, en un perdido rincón de América que debió librar una larga batalla, sin pausa, solo, contra los de fuera y los propios. El héroe limpio de oropel y sin eco, cuyo único refugio eran los más humildes y desamparados y también su misma fe nunca quebrantada de esos desamparados y humildes. ¿Qué otro personaje a lo largo y ancho de todo el continente, sostuvo combate semejante? ¿Qué otro personaje a lo largo y ancho de la memoria de los hombres mantiene silencio tan digno, soporta sufrimiento tan constante y prolongado cuando dicho su mensaje y cumplida su jornada queda solo, ya definitivamente solo, en diálogo con Dios, y a la espera de la muerte?

Desgraciado de aquel que padece lento agonizar y mayor su gloria si no cede a los golpes de las horas, a las acechanzas del abandono y a la física decrepitud.

Otros hubieran querido explicarse y justificarse. El en su recóndito ostracismo no. Ni se explicó ni se justificó. Después de haber librado batalla, cayó, ese su augusto silencio, no tiene paralelo ni ejemplo, una crucifixión que duró treinta años. Cristo a la jineta, él sí. Nuestro Cristo a la jineta, que en su inmenso desamparo, luego de mostrarnos cómo se combate, nos enseñó cómo se espera. Tanto o más que su brioso batallar es su transido silencio el que ahora nos golpea, el que nos golpeará siempre, mientras los orientales, y aún los americanos no seamos lo que él quiso que fuéramos», compañeras y compañeros.

Nosotros no dudamos, por cierto que no dudamos, de la autenticidad de los sentimientos que motivan la serie de homenajes oficiales o no oficiales que se están realizando con motivo del 150 aniversario del fallecimiento del Protector de los Pueblos Libres, porque ese título es, tal vez, el mayor homenaje que recibió en vida don José Gervasio Artigas.

Pero si no asistimos a ninguno de esos actos no fue por las razones que algunos, los mediocres de siempre, sospechan y rumorean. Si no asistimos, no fue por indiferencia. Fue porque sentíamos la íntima necesidad de homenajear a Artigas hoy, aquí juntos y de esta forma, con ustedes, los uruguayos. Y lo estamos haciendo compañeros. Pero nuestro homenaje no es el del incienso y la retórica. Tampoco es, y debe quedar claro, el embanderamiento en función de intereses político partidarios. Nuestro homenaje al Jefe de todos los Orientales es ayudar a mantenerlo vivo en lo que él fue: un hombre de su tiempo y su región, polémico y por momentos contradictorio como somos todos los seres humanos, un político con un proyecto, sistema lo llamaba él, definido sobre bases de federación, libertad, autonomía, democracia, desarrollo económico y justicia social. Muy parecido al nuestro, a ese proyecto de nuestro Jefe inmortal. Un líder conductor de su pueblo pero al mismo tiempo conducido por él y un gobernante rigurosamente austero y mantenerlo vivo, no enterrarlo nuevamente después de 150 años, no es solamente mirarlo con respeto desde el presente. Mantenerlo vivo es también y principalmente hacerlo palpitar junto a nosotros, junto a todos los uruguayos para entre todos, superar nuestras dificultades, y hacer realidad sus sueños, que también son los nuestros.

Este punto, específicamente este punto, lo vamos a retomar más adelante en nuestro discurso.

La política económica
Pero compañeras y compañeros, ¿qué realidad tenemos hoy los uruguayos? En lo económico, un país estancado como consecuencia no sólo de un supuesto orden internacional que concibe al mundo como un gran casino y a la gente como una mercancía sino también como previsible resultado del fundamentalismo neoliberal que desde hace varios años se viene manejando en la política económica del país. Que quede claro, bien claro. La inmensa mayoría de los uruguayos estamos padeciendo los devastadores efectos de una política económica técnicamente desequilibrada y políticamente irresponsable, que, por cierto, no compartimos. ¿Es que acaso se puede decir que es técnicamente armónica una política que desmantela el aparato productivo del país y genera desempleo? ¿Es acaso políticamente seria una conducta económica que hunde a cientos de miles de personas en la incertidumbre y en la pobreza? Y esa es precisamente la segunda pincelada que pinta nuestra realidad: la emergencia social. La sociedad uruguaya está perdiendo esa cohesión indispensable para el progreso de cualquier nación que supo tener en el pasado gracias al esfuerzo de nuestros padres y abuelos, y está perdiendo también su principal riqueza, su potencial humano. La larga cola que todos los días hay frente a la oficina que expide pasaportes no es de uruguayos que quieren vacacionar en el exterior. Es de uruguayos que se ven obligados a buscar en otras tierras las posibildiades de vida que la suya no les ofrece. Cuando en horas de la tarde, estaba preparando en mi casa el discurso, dejaron en el buzón esta carta que cuando la leí dije esta carta la tengo que leer esta noche, frente a todos ustedes: «Viernes 29 de setiembre de 2000. Doctor Tabaré Vázquez, presente. El que suscribe, da el nombre, oriental, concubino, de 24 años, domiciliado en… teléfono, tal. Dice: por intermedio de esta carta, le transmito mi desespero al no tener trabajo y encontrarme en una situación crítica. Tengo un hijo, una esposa y una casa a los cuales mantener. Soy auxiliar de enfermería y la situación en el ámbito de la salud va de mal en peor. Por este motivo me vi obligado a golpear todas las puertas de trabajo, pero en ninguna recibí una respuesta favorable. Por lo que le expliqué anterioremnte, es que estoy decidido incluso si es necesario a irme del país pero solo, ya que no puedo andar con mi hijo por ahí probando suerte y me da mucho dolor tener que dejar a mi familia. Además, tenemos una casita en una cooperativa de ayuda mutua, que me costó mucho trabajo conseguir y no quiero perderla. Por todo esto es que hoy con mucha vergüenza no me queda más remedio que golpear su puerta y pedirle una última esperanza. Espero lea mi carta y pueda darme su ayuda de alguna manera».

Esto es lo de cientos y miles de uruguayos que todos los días están golpeando nuestras conciencias. Pero ni la crisis económica ni la emergencia social son novedad. Al menos no lo son para nosotros que desde hace tiempo venimos diagnosticando esta situación y planteando alternativas para superarla. Tal vez lo sea para otros, que hasta hace poco tiempo sostenían que la crisis económica y la emergencia social eran productos de nuestra ignorancia o de nuestra imaginación o, de lo que recurren habitualmente como argumento, de nuestros oscuros intereses electorales. Eso es lo que decían cuando nosotros dijimos que había una enorme crisis en el Uruguay. En fin, más vale tarde que nunca. Es bueno que ahora reconozcan que la situación es grave y que algo hay que hacer para que no sucedan cosas peores aún, como, por ejemplo, para ellos, que la ciudadanía no los vote en las próximas elecciones, que aunque aún están lejos ya los tienen bastante desvelados.

Es que algún antecedente hay en materia de hartazgo en los orientales. Estamos cansados. ¿Recuerdan el primer párrafo de la carta que en noviembre de 1817 Artigas le mandó a Pueyrredón increpándole la indiferencia de las autoridades porteñas ante la situación de la provincia oriental? Si no la recuerdan, por las dudas vamos a recordarlo. Excelentísimo señor, escribió Artigas, ¿hasta cuándo pretende usted apurar nuestros sufrimientos? Ocho años de revolución, de afán, de peligros, de contrastes y miserias, deberían haber sido suficiente prueba para justificar mi decisión y rectificar el juicio de este gobierno. Ha reconocido él en varias épocas la lealdad y dignidad del pueblo oriental y él debe reconocer mi delicadeza por el respeto a sus sagrados derechos. ¿Y se atreve usted a profanarlos? Está usted empeñado en provocar mi intensa moderación. Tema usted sólo en considerar las consecuencias».

El acuerdo «patriótico»
Pero además hay una tercera pincelada que puede ayudarnos a pintar la realidad nacional. Es de orden político y relativamente novedosa. Se trata del gobierno que desde el 1º de marzo preside el doctor Jorge Batlle con el respaldo de su partido y del Partido Nacional y por si eso fuera poco, con el respaldo de un acuerdo programático suscrito solemnemente el 9 de noviembre de 1999, por el candidato presidencial colorado y por el doctor Luis Alberto Lacalle en su calidad de presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional. Ese acuerdo que en su momento fue definido por ambas partes como un acuerdo patriótico cuyo alcance y contenido marcaría nuevos rumbos en aspectos tan importantes de la vida del país como son el crecimiento económico, el desarrollo agropecuario, el empleo, los salarios, la administración pública, el sistema judicial, la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda, la seguridad ciudadana, etcétera.

Tenemos acá el texto de ese acuerdo. Es extenso, pero vale la pena repasarlo.

Primero, decía ese acuerdo, medidas de carácter social. Estabilidad, defensa del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones comprometiendo a un país libre de inflación. Empleo. Defensa del trabajo nacional, aumentando sensiblemente las exportaciones, ampliando mercados, defendiendo el precio de nuestros productos, afectado por subsidios y trabas.

Convocar al diálogo social a partir del mes de diciembre del presente año, 1999, entre empresarios y trabajadores con la finalidad de lograr metas positivas en materia de empleo y competitividad. Análisis de una ley marco de negociación laboral. Formación continua de la fuerza de trabajo a través de la Dinae. ¿Dónde está el fondo de recuperación laboral tal cual lo está definiendo y defendiendo el representante de los trabajadores en la Dinae, el compañero José Balbo?

Sigue ese acuerdo del 9 de noviembre. Mejorar el seguro de desempleo para atender a los trabajadores de más de 50 años. Salario. Se tenderá a la reducción hasta la supresión de la sobretasa del impuesto a las retribuciones personales acompasado con el peso relativo del Estado. Eso es lo que decían. Ahora le pusieron el IRP o quieren ponérselo a los profesionales, a las empresas unipersonales.

Plan quinquenal de mejoras de las remuneraciones estableciendo prestaciones diferenciales, por capacitación, presentismo y concurso de los funcionarios de la Administración Central en el marco del presupuesto nacional previendo la ampliación y perfeccionamiento de la reforma del Estado. En los mismos términos se incluirán en el plan quinquenal las mejoras para docentes, policías y militares respetando las particularidades de cada institución.

Seguridad social en aquel acuerdo del 9 de noviembre. Decía: se continuará con el pago puntual y reajustado de las pasividades, el otorgamiento de préstamos a baja tasa de interés y la sanidad del sistema defendiendo el ahorro de los trabajadores depositados en las AFAPs contra los intentos de derogarlas que se ha denunciado, que casi el 48 % de los trabajadores no están contemplados hoy, por no haber aportes, de las empresas de esos trabajadores a la seguridad social. Ah, esto sí se cumplió. Deportes: elevación al rango de Ministerio de Deportes de la actual Comisión Nacional. Pero sigue. Organización en el Poder Ejecutivo del gabinete social. Esto también es interesante. Restablecimiento del programa PRIS y fortalecimiento del Pronapa. Cuando hablé con el doctor Jorge Batlle me dijo: con esto del PRIS, del PRAS y del PRUS, me metieron como 1.600 contratos que yo no sé qué hacer con ellos. Me lo dijo. De verdad.

Asentamientos. Prevención, política de viviendas, lotes con servicios, regularización de los existentes y dice después: Plan a favor de los barrios con carencias utilizando el programa financiado por el BID, ya aprobado por 110 millones de dólares. Mariano, no sé si sabés algo.

Vivienda. Mantener el nivel de inversión pública del quinquenio procurando disminuir el aporte unificado de la construcción. Sigue y por ahí dice: el ahorrista podrá optar por tomar su crédito en pesos uruguayos, dólares o unidades reajustables. Hoy nos dijeron que va a ser en dólares para los préstamos de futuro. Sigue. Reducción del gasto del Estado, eliminación de vacantes y de contrataciones. Eso es lo que decía el acuerdo. Pero ahora nuestro compañero Doreen Ibarra nos contaba que hay contrataciones especiales para cargos especiales con sueldos ya fijados en el propio Presupuesto, que van desde 16.000 a 42.000 pesos.

Más adelante dice: desarrollo de un plan quinquenal de mejoramiento de remuneración del personal policial, comenzando a partir de marzo del año 2000. Creo que ya este año les aumentaron como 53 pesos por mes a los pobres agentes de segunda que arriesgan su vida muchas veces para salvar las nuestras y que realmente se merecen un aumento de salario, cómo no. Podríamos seguir, es muy largo.
«Somos oposición»
Si el Marqués de Sade hubiera escrito estas páginas quizá podría seguir pero es mucho sadismo. ¿En qué quedaron esas promesas, uruguayas y uruguayos? Nuestra fuerza política va a ocupar el puesto que el pueblo le dio; el cargo, el trabajo de ser una fuerza política opositora porque nosotros somos oposición a este gobierno, y a la conducta y política económica que lleva adelante. Pero dijimos que íbamos a ser celosos guardianes para que cualquier foco de corrupción fuera rápidamente cortado si aparecía, que íbamos a ser guardianes para que el gobierno fuera realmente austero en su ejercicio. Y que también íbamos a ser guardianes para que las promesas electorales se cumplieran, y si no se cumplen, las vamos a denunciar.

Entiendan que les mienten en las campañas electorales y que a los pocos días se olvidan de las mentiras y promesas que les dicen en esas oportunidades. Y perdonen la vehemencia.

Compañeras y compañeros, casi siete meses han pasado desde que el gobierno nacional de coalición comenzara su gestión. ¿Y cómo anda la coalición? A los efectos de contestar objetivamente esa pregunta optamos por hacer un rápido y por cierto incompleto repaso a algunos artículos de prensa. Primero: Apenas dos semanas después de integrado el gobierno que él integra, porque el Presidente es el doctor Jorge Batlle pero el doctor Lacalle lo integra… Apenas dos semanas después de integrado el gobierno que integra el doctor Lacalle dio su propia versión del bipartidismo uruguayo y dijo que el gran enfrentamiento es entre blancos y socialistas. Esto salió en Búsqueda, el 16 de marzo de 2000 en la página 4. Y nosotros nos preguntamos. ¿El Partido Colorado y el Encuentro Progresista no existen?

Segundo: El Foro Batllista resiste los planes del Ministerio de Salud Pública, titula la nota publicada en la página 7 de la edición de El País del 16 de agosto de 2000 y agrega como copete: Radical oposición a transferir el control de los hospitales a las mutualistas como propone el ministro Fernández Ameglio.

En realidad las relaciones entre el Foro Batllista y la Lista 15 en torno al Ministerio de Salud Pública al que Fernández Ameglio calificó como un club político, sin que hasta ahora esté claro si rectificó o ratificó tales dichos, son una especie de telenovela de tercera categoría.

Tercero: En la página 6 de su edición del 24 de agosto del 2000 El Observador publica una nota titulada: Batlle y Sanguinetti piden silencio.

Y a modo de subtítulo se agrega; los líderes colorados instaron a sus seguidores a no exteriorizar las malas relaciones internas. Dicen que quieren evitar que las cosas empeoren. Lo dice El Observador y no nosotros.

Cuarto: Pero las relaciones entre el doctor Sanguinetti y el doctor Lacalle no andan mucho mejor a juzgar por la página 9 de la edición de Búsqueda correspondiente al 17 de agosto. Claro que Búsqueda no es el único medio de prensa que ha reflejado tales desavenencias entre dos de los tres pilares del gobierno de coalición.

En su edición del 28 de agosto del 2000 Ultimas Noticias realiza un reportaje al senador Jorge Larrañaga donde el entrevistado pregunta ¿para qué le pagamos a Davrieux? Y, de paso, agrega el ilustre senador nacionalista: Que no nos vengan con achuras de segunda categoría.

Quinto: y aquí entramos en otro laberinto de la interna de la coalición. Los blancos dolidos con el gobierno, se titula una nota publicada el 24 de agosto por El Observador a propósito de las opiniones de diversos legisladores del Partido Nacional sobre el presupuesto, que según dichos parlamentarios, no contempla acuerdos previos de la coalición.

Pocos días después, el 31 de agosto de este año, El Observador publica en su página 5 otra nota titulada: Los blancos manejan escasa información. Referida al proyecto de ley presupuestal, elaborado por el Poder Ejecutivo, que supuestamente integran varios ministros blancos y por lo tanto el Partido Nacional tendría que estar informado. Batlle y Lacalle, una relación en crisis, se titula otra nota publicada en la página 4 de El Observador del 12 de setiembre de 2000.

Sexto: Por aquella ley transitiva, uno podría pensar que si Lacalle está en crisis con Batlle y dolido con Sanguinetti entonces Sanguinetti y Batlle ahora andan mejor que de costumbre. Pero aquí no hay transitiva que valga y se equivocó la paloma. En la página 11 de su edición del 7 de setiembre de 2000, Búsqueda publica una nota titulada: Foro Batllista evaluó que el gobierno carece de ideas fuerza. Si el gobierno carece de ideas o de fuerza, ¿acaso el Foro Batllista que lo integra no es responsable de ello? ¿O acaso el vicepresidente Hierro López o los ministros Stirling, Opertti, Brezzo, o Davrieux son quincistas, herreristas o pertenecen al Encuentro Progresista? Son batllistas y pertenecen al gobierno. En fin, podríamos seguir transitando por este laberinto de dolores y reproches que es la coalición de gobierno pero preferimos salir al aire libre. En todo caso, permitanos dar una pista que puede servir para orientarnos hacia una salida y sacar algo en limpio de este matete. Esta pista no la inventamos nosotros, nos la dio El Observador, en una nota que publicó el 6 de setiembre del 2000. Su título es por demás elocuente: Batlle y Lacalle se reúnen por cargos. El líder blanco entregará una lista de nombres para los puestos públicos. El 62.23 por ciento de los puestos -no se como van a hacer- que le corresponden al Partido Nacional son para el Herrerismo, el 31.7 por ciento para la alianza y 6.07 por ciento para otros sectores.

Esta repartija, uruguayos, no fue escrita en el acuerdo patriótico y programático que el 9 de noviembre de 1999 firmaron Batlle y Lacalle. Pero que no fuera escrita no quiere decir que no estuviera implícita. Sí que estaba implícita. Estaba. Y nosotros lo dijimos en aquel momento. Y lo dijimos en el acto de aniversario del Frente Amplio realizado en febrero pasado. ¿Recuerdan que aludiendo a un programa televisivo de entretenimiento dijimos qué apostamos? Que iba a haber repartija de cargos. Y volvemos a decirlo hoy. Y hoy agregamos también un concepto que hace dos siglos planteara un protagonista de la Revolución Francesa: un hombre polémico, conflictivo, para algunos casi innombrable, como también lo fue Artigas. El concepto es el siguiente: si las funciones de administración dejan de ser un deber para convertirse en objeto de ambición, la república está perdida. Quien lo dijo se llamaba Maximiliano Robespierre. Compañeras, compañeros. Nosotros no deseamos que esta nuestra república se pierda, no lo deseamos, porque esta es la república que construyeron con esperanza y con sacrificio, por encima de banderas partidarias varias generaciones de uruguayos consustanciados con la libertad y la democracia. Pero la mejor forma de custodiar ese pasado es mejorar el presente. Queremos que esta República que es patrimonio de todos los uruguayos funcione para todos los uruguayos, sin exclusiones. Pero nosotros no nos limitamos a expresar nuestra voluntad y simplemente a criticar. También tratamos de traducir nuestro pensamiento en hechos concretos. Era evidente que ni la reforma constitucional, ni la reforma electoral, tal como fueron planteadas, iban a garantizarle al gobierno electo el respaldo necesario para cumplir cabalmente su función ni iban a evitar que el Presidente de la República tenga que andar cotidianamente tejiendo acuerdos que pasan por esas penosas reuniones por cargos a las que refiere El Observador, un periódico que ideológicamente podrá ser catalogado de cualquier cosa menos de progresista. Pero cuando en 1996 la ciudadanía fue consultada respecto a esas reformas la mayoría las apoyó. Nosotros respetamos ese pronunciamiento. Pero una cosa es el respeto y otra la resignación para que todo siga igual o peor. En el marco de ese respeto, esta fuerza política se está desempeñando con lealtad institucional. No es un mérito. Es simplemente un deber que asumimos quienes estamos en la oposición pero que no entienden algunos integrantes del gobierno. Un deber del cual lamentablemente no son conscientes algunos integrantes del oficialismo. ¿Acaso es institucionalmente leal condicionar el apoyo a tal o cual medida de gobierno a la obtención de tantos cargos, acaso es institucionalmente leal trasladar al aparato de Estado los asuntos que necesariamente han de resolverse en la vida orgánica de los partidos políticos? ¿Para qué están las convenciones del Partido Colorado y del Partido Nacional? Algunos suelen escandalizarse cuando se encrespan las aguas de la interna frenteamplista pero nada dicen de esa suerte de Mar Muerto que son otras internas.

Agenda social de emergencia
Pero nuestra conducta no es solamente de lealtad institucional. También actuamos con responsabilidad política. En tal sentido, en los casi siete meses transcurridos desde el 1º de marzo hemos realizado propuestas, que entendemos coadyuvantes a la resolución de problemas urgentes que padece el Uruguay. Así, el tres de agosto presentamos personalmente al Presidente de la República una agenda social de emergencia para atenuar la dura y grave situación de pobreza y desamparo que sufren tantos compatriotas. Escribió esta fuerza política: como toda agenda, la que proponemos es una jerarquización de iniciativas mínimas de ser compartidas y formalizadas mediante los caminos institucionales que correspondan, puedan instrumentarse a la brevedad aun en el marco de la política económica adoptada por el gobierno nacional que usted preside y que, como ya lo hemos manifestado en distintas instancias, esta fuerza política no comparte. Lo entregamos al doctor Jorge Batlle. Incluía propuestas concretas para aliviar las alarmantes carencias que vastos sectores de la sociedad uruguaya tienen en materia de trabajo, educación, vivienda, salud e integración. Expresamos también en esa oportunidad que nuestra propuesta no era inmutable sino que estaba abierta a los aportes que la mejoraran y que hicieran posible su rápido cumplimiento. Casi dos meses han transcurrido desde entonces. Ustedes hoy ¿tienen noticia de alguna respuesta a tal planteo? Nosotros tampoco. Pero lo más grave no es la falta de respuesta. Lo más grave es que la situación de emergencia social sigue agudizándose. Repasemos algunos ítems de esta propuesta aunque nos extendamos un poco. Creo que bien vale la pena demostrar lo que nuestra fuerza política ha propuesto en los distintos temas: Trabajo. En caso de recorte genérico de las inversiones públicas, establecer y ejecutar un plan selectivo de obras que priorice su impacto sobre el empleo. Aplicación del inciso 1 del artículo 11 de la ley de inversiones que prioriza el tratamiento fiscal de las inversiones, la generación de empleo. A tales efectos, se propone considerar la propuesta presentada por el Encuentro Progresista Frente Amplio durante la discusión de la ley de urgencia, en la cual se establecía una reducción de los aportes patronales diferencial, para las empresas que incrementen el empleo.

Aprobación de los proyectos de ley de negociación colectiva y libertad sindical presentados en el Parlamento Nacional. Aprobación de una ley de cooperativas de trabajo de bienes y servicios sobre la base del proyecto elaborado por Cudecoop. Estudiar la viabilidad de la reducción de la jornada de trabajo en el ámbito institucional que corresponda.

Educación: Incrementar el Presupuesto hasta llegar al mínimo equivalente al 4.5 % de inversión pública del PBI en el plazo más breve posible. Continuar fortaleciendo la educación pública en todos los niveles enfatizando su calidad docente y dimensión social así como promoviendo la más amplia y auténtica participación de la sociedad, jerarquizando efectivamente el papel de las asambleas técnico docentes. Restablecimiento de la escala de salario de ANEP, de aumentos del 8 por ciento por grado, actualmente está en 5 por ciento, discriminando los mayores incrementos: titulados, buena asistencia.

Vivienda. Propuestas: cumplir con la disposición legal de verter al Mvotma el equivalente a la recaudación del 2 por ciento del Impuesto a los Sueldos. y con ello establecer subsidios para la construcción de viviendas. Promover la participación de las cooperativas de ayuda social mutua y los fondos sociales en los programas de reconstrucción y reciclaje de diez mil unidades. Coordinar con el BHU y el Mvotma el acceso a la vivienda a las mujeres solas jefas de familia.

Pobreza y exclusión social y aquí sí vamos a leer el diagnóstico porque se ha agravado. Hay un aumento de la pobreza y de nueva forma de exclusión social, como resultado de caída del salario, aumento del desempleo, en aquel momento poníamos 13,7% y hoy está más del 14%. Especial impacto del desempleo en jóvenes y mujeres y veamos quiénes son los que se van del país. Según datos del INE, en el período octubre diciembre de 1999, había 29 mil jóvenes que no estudiaban ni trabajaban. De ellos, el 60 por ciento eran mujeres. Baja del ingreso de los hogares. Jubilaciones y pensiones sumergidas. El 57 por ciento de los niños que viven en hogares de situación de pobreza no reúne los requisitos de la Ley 17.139, para acceder al programa de asignaciones familiares, lo que contraría la universalización de la prestación que sugiere esa misma ley en su exposición de motivos. Y proponíamos: aumento del salario mínimo nacional; programas integrales que estimulen empleo juvenil, la capacitación, la atención de la realidad de las adolescentes frente al embarazo precoz. Universalización del servicio de asignaciones familiares a todos los menores de hogares pobres, independientemente de la relación de sus padres o tutores respecto al mercado laboral. Salario social para las mujeres jefas de hogar y en situaciones de vulnerabilidad extrema, más allá del diagnóstico hacíamos una serie de propuestas que no voy a leer. Y en la salud, proponíamos racionalización y transparencia al presupuesto que mejore la asistencia actual y evite mediante el recurso del aumento salarial la fuga del personal capacitado. Aplicación de las resoluciones de la cuatripartita de marzo del 2000 que incluye, entre otros, recategorización de las deudas y fondos frescos contra proyectos de reestructura basado en la atención primaria de la salud, darle cobertura asistencial mutual a los cerca de 20.000 trabajadores públicos que no la tienen. Esto es lo que proponía nuestra fuerza política, es lo que propone.

Ni respuesta nos han dado. Algunas respuestas sí nos han dado. Estamos hablando de problemas graves y serios de la población uruguaya. Estamos partiendo de la base que debemos manejar los dineros públicos con austeridad, seriedad y respeto. Estamos partiendo de estos dos principios pero no aceptamos que la única respuesta que tuvimos ante esta propuesta sea la mezquindad de decirnos cuanto cuesta todo esto. ¿Cuánto cuesta?, nos preguntaron.

«No confunda, doctor Lacalle»
¿Y cuánto cuesta salvar a bancos fundidos? ¿Y cuánto cuesta mantener la especulación del dinero en el Uruguay? ¿Y cuánto cuesta que no haya trabajo y que el aparato productivo se haya destrozado?

Ay Artigas, que solo estás, Artigas. Pocas semanas después, a fines de agosto, en una conferencia de prensa propusimos una serie de medidas para la reactivación económica del país mediante el fortalecimiento de la competitividad de las empresas y la generación de empleos. Repasemos algunas, rápidamente, los títulos, no nos podemos extender más: inversión en obras públicas sin costo, plan de vivienda, implantación de un registro nacional de desempleo sin costo, programa transitorio, programa de jubilación anticipada, medidas en defensa de la pequeña y mediana empresa sin costo, exoneración impositiva durante un año a pequeños productores agropecuarios que estén por debajo de la línea de pobreza, rebajas en las tarifas de energía eléctrica y de combustible en la producción agropecuaria, aumento del porcentaje de devolución de impuesto directo a exportadores, revisión de la política de subsidios, eliminación del impuesto a los activos bancarios, reducción de aportes patronales a la seguridad social para las empresas que generen nuevos puestos de trabajo, gravar con IVA la venta de cigarrillos y tabaco, reducción selectiva de la tasa de interés que cobra el BROU sin costo, refinanciación selectiva del sobreendeudamiento del sector agropecuario, prohibición de otorgar créditos bancarios para el financiamiento de importaciones de bienes de consumo competitivos con los fabricados por la industria nacional. El costo total de este paquete de medidas sería aproximadamente de 330 millones de dólares y propusimos de dónde sacar esa plata: del endeudamiento o de la utilización de una ínfima parte de las reservas internacionales que el país tiene. De los dineros de todos los uruguayos.

Era cierto. Tocar un activo que tenemos los uruguayos. Y esto le sirvió al doctor Lacalle para decir que vamos arriba, que todos pensamos igual, que estamos en la misma bolsa, que queremos utilizar los activos. No, doctor Lacalle, no se equivoque, despacito por las piedras, no somos la misma cosa ni estamos en la misma bolsa. Una cosa es vender Ancel y a las empresas públicas que dan ganancias al Estado uruguayo y otra es utilizar una parte de nuestros ahorros. No confunda, doctor Lacalle. Nosotros queremos utilizar los huevos de oro y usted quiere matar la gallina de los huevos de oro. No se equivoque una vez más. La historia le enseña que no somos iguales, doctor Lacalle. Desde esas propuestas poco más de un mes ha transcurrido. ¿Tienen ustedes noticia de la respuesta a estos planteos? Nosotros tampoco. Y lo más grave en este caso tampoco es la falta de respuesta a nuestros planteos. Lo más grave es la falta de respuesta a una recesión que tiene al país paralizado y a su gente sumida en la incertidumbre cuando no en el franco pesimismo. Sobre esto sí estamos sin noticias. Las únicas noticias son, aparte de los dolores y las ofensas que se subsanan, con las ya mencionadas reuniones por cargos, las únicas noticias son las siguientes: primero: una ley de urgencia que de urgencia tuvo el trámite. En rigor, fue un conjunto no demasiado estructurado de imposiciones de variado alcance sobre los más diversos temas. Muchas de esas disposiciones eran compartibles y ello determinó que la bancada del Encuentro Progresista-Frente Amplio las votara afirmativamente en particular. Pero ninguna de esas disposiciones por sí sola o esta mera ley dan respuesta a las verdaderas urgencias de nuestra sociedad en materia de reactivación económica, trabajo, educación, salud, vivienda, seguridad ciudadana, etcétera. No basta con reprimir el juego de la mosqueta o crear nuevas figuras delictivas, o endurecer las penas, o reducir la contribución inmobiliaria rural, devolver el IVA a las instituciones de enseñanza por la compra de material de informática para resolver los problemas de los uruguayos. Lo dijimos en su momento y lo volvemos a decir: lo urgente no es la ley. Lo urgente es la gente. Por eso vamos a firmar por el plebiscito contra muchos artículos de esta ley de urgencia.

Otra noticia: la rendición de cuentas del año 1999, último año del gobierno del doctor Sanguinetti, pero frente al cual ni el doctor Batlle ni el doctor Lacalle pueden poner cara de «yo no fui» y que nos muestra un déficit de alrededor de 832 millones de dólares. Algo así como el 3.9 por ciento del PBI del Uruguay.

Menos mal que cuando nosotros expresamos hace casi un año que el déficit iba a andar en los 700 millones, desde filas blancas y coloradas se nos dijo que exagerábamos. Pero a este déficit que incluso superó nuestras previsiones, habrá que agregarles las deudas chicas que el gobierno del doctor Sanguinetti generó durante el período enero-marzo del 2000. ¿Quién pagará esas deudas?, ¿quién pagará ese déficit?, ¿se repetirá lo del tango Mano a Mano?

Tercera noticia: Un proyecto de ley de presupuesto nacional que precisamente en estos días se está analizando a nivel de la Cámara de Diputados. Si los tres presupuestos nacionales que ha habido desde 1985 a 1990 fueron deficientes, el que propone el gobierno para los próximos años es peor aún.

«Presupuesto neoliberal»
La propuesta actualmente a consideración del Parlamento no responde a la grave situación económica, el desmantelamiento productivo y la emergencia social que vive el país. Mantiene en líneas generales la misma concepción de las administraciones anteriores. ¿Te acuerdas, Pepe? Cuando visitó al Pit-Cnt el Presidente de la República se habló del tema del presupuesto y de la política económica y cuando salió el Presidente dijo: Al que no quiere sopa, dos platos. Es lo que están haciendo.

Dos platos de sopa para el pueblo uruguayo con este presupuesto. Estabilidad de precios en el marco de un déficit fiscal controlado, neutralidad tributaria y profundización de las desregulaciones, eufemismo usado para no referirse a la venta de sectores del Estado sobre la cual el pueblo se expidió contundentemente en diciembre de 1992 y pedimos que se respete ese veredicto popular. En síntesis: un proyecto de presupuesto nacional que parece ser un presupuesto neoliberal. Pero no para ahí la cosa. Este presupuesto ni siquiera contempla el acuerdo patriótico programático firmado por el doctor Batlle y el doctor Lacalle el 9 de diciembre de 1999. A modo de ejemplo, no contiene ni siquiera un cronograma de la reducción del Impuesto a los Sueldos que figuraba en dicho acuerdo. Por el contrario, propone extenderlo a otros sectores.

En cuarto lugar como noticia por estos días y referido siempre a estos temas tuvimos la fulgurante visita de algunos vendedores de espejitos que nos visitaron. No se trata de Antonio Pigafeta, aquel fantasioso navegante italiano que hace 500 años creyó ver en nuestras tierras extraños animales con cabeza de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo, relincho de caballo y ombligo en el lomo. Tampoco de los tecnócratas del régimen de Pinochet que hace una década venían a vendernos el milagro chileno. ¿Recuerdan a Hernán Buchi, el ministro de Hacienda? ¿Y a José Piñera, el artífice de la reforma de la seguridad social que tanto entusiasmó al doctor Batlle en aquel entonces?

Ahora es el turno de la señora Richardson, ex ministra de Economía de Nueva Zelanda que luego de pasear por Punta del Este y visitar una bodega nos indicó en tono magistral que para ser desarrollados tenemos que vender parte de nuestra empresa estatal de telecomunicaciones como lo está haciendo su amigo, el presidente de Nueva Guinea. Claro, es uno de los 13 países más pobres del mundo, agregamos nosotros.

«Paremos la mano»
El Foro Batllista opina que a este gobierno le faltan ideas fuerza. No compartimos tales valoraciones. Este gobierno tiene ideas fuerza bien precisas y son las ideas fuerza neoliberales y no nos equivocamos. Y debemos admitir que tiene razón el doctor Lacalle cuando dice que esto no da para más, que hay que hacer algo y que aunque al doctor Batlle no le guste, aquí tiene que terminarse la diversión. Fue muy divertido para algunos hasta ahora, pero hasta aquí. Paremos la mano. Aquí terminó la diversión. Porque hay un tiempo para todo, lo dice el Viejo Testamento en el Eclesiastés. En el verso 2 dice «hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir» y en el verso cuatro dice que «hay un tiempo para llorar y un tiempo para reír». Y hace mucho tiempo que el pueblo uruguayo está llorando. Hace mucho tiempo que el pueblo uruguayo está sufriendo. El pueblo uruguayo no está para gobiernos divertidos. El pueblo uruguayo quiere soluciones y esta fuerza política quiere comprometerse en la búsqueda de esas soluciones. No queremos ser oposición por oposición. Nos duele el pueblo uruguayo. Queremos trabajar desde ahora para encontrar soluciones pero queremos que se nos escuche. Cuando llevamos propuestas que no nos responden, ¿es que piensan que somos los hijos de la pavota? Esta fuerza política es la primera fuerza política del país y por ello debe ser respetada, por los uruguayos que la acompañaron que cada vez son más.

Hay un tiempo para todo y el tiempo de la diversión gubernativa, si es que existe, se tiene que terminar. Tanto el Presidente de la República como los máximos dirigentes de los partidos y sectores políticos que integran la coalición de gobierno pueden contar con nosotros para hacer lo que haya que hacer con reglas claras y objetivos precisos. En función de lo que hasta ahora ha sido el hilo conductor de nuestra conducción en la noche de hoy: el artiguismo como pasado, presente y futuro y algunas reflexiones en torno a ciertos aspectos de la actual coyuntura nacional y de la necesidad de revertirla entre todos para entre todos forjar el país que queremos y merecemos, permítannos hacer la propuesta concreta que anunciáramos anteriormente.

Cambios hacia el futuro
Uruguayos, si todo país es pasado y futuro, tradición y cambio, memoria y proyecto, sin renunciar al pasado, a la tradición y a la memoria, encaremos un proyecto de cambios hacia el futuro. Hay esperanzas en otro país posible. Existe la posibilidad de encontrar trabajando juntos otro país, que va a requerir mucho esfuerzo, mucho sacrificio y muchas lágrimas pero que lo vamos a tener en el camino si entre todos nos disponemos a llegar a ese país del Uruguay de la esperanza. Y en esa tarea hagamos un pacto social por el crecimiento económico, por el progreso humano y el desarrollo sustentable de nuestro país. ¿Y por qué un pacto? Porque la democracia es sustancialmente un pacto. Un pacto de culturas, dicen unos. Un pacto de clases, dicen otros. Pero pacto al fin.

Porque este país tiene una buena historia de pactos. En el plano institucional y político, por citar apenas una dimensión de la vida nacional: ¿No hizo pactos Artigas para concretar su sistema? ¿No hubo pactos entre los bandos en torno a los cuales el Uruguay dio sus primeros pasos como país independiente? ¿No hubo un Pacto de Aceguá? ¿No hubo un pacto de los ocho que dio lugar a la reforma constitucional de 1917? Si hasta un pacto del chinchulín tuvimos en la década del 30 y no fue con las achuras de segunda de las que ahora se queja el senador Larrañaga. Como lo hemos dicho anteriormente proponemos un pacto social por el crecimiento económico, el progreso humano y el desarrollo sustentable sobre tres grandes líneas de actuación.

Primero: Apostar decididamente a la modernización económica y social del país, al desarrollo del país productivo y generación de fuentes de trabajo.

Segundo: Eliminar las desigualdades sociales y atacar las causas que las originan porque hay violencia en nuestra sociedad cuando hay asaltos, robos, muertes y violaciones pero también hay violencia cuando hay disgregación, segregación, no hay trabajo, no hay empleo, cae el salario, los niños no pueden ir a la escuela, no tienen alimentos, comen en los tachos de basura, eso también es violencia. Tenemos que atacar las causas de la violencia.

Tercero: promover una ciudadanía libre y responsable. Es decir, profundizar y ensanchar la democracia. Si estamos de acuerdo mañana mismo podemos empezar a trabajar conjuntamente en los niveles que correspondan las fuerzas políticas, las organizaciones sociales, sindicales, comerciales, empresariales con un gran frente social para trabajar por el Uruguay de los próximos años. El diálogo franco no solamente sirve para desdramatizar conflictos, también ayuda a unir voluntades, encontrar caminos y transitarlos juntos.

El Uruguay somos todos, decíamos durante la campaña electoral. Pero no lo decíamos por cuestiones de marketing sino porque estábamos convencidos de ello y lo seguimos estando. Por eso confiamos en poder hacer realidad el sueño de nuestro padre Artigas, porfiadamente junto a él, rescatándolo de la muerte, del bronce y del oropel.

Queremos un Artigas vivo y un ideario artiguista puesto en práctica en el Uruguay que quiso y soñó y que hoy no existe.

Compañeras y compañeros, hay muchos temas más a los cuales nos gustaría referirnos en esta oportunidad. Quisiéramos, por ejemplo, hablar de cómo hemos asumido las responsabilidades que la ciudadanía nos encomendara en el Parlamento nacional, en el gobierno departamental de Montevideo y en las juntas locales de todo el país. Quisiéramos decirles que nuestra bancada parlamentaria trabaja mucho y es la más numerosa del Parlamento por sí sola pero que nuestros 40 diputados son menos que los 59 restantes y que nuestros 12 senadores son menos que los otros 19. Falta un poco más todavía. La coalición de gobierno anda a los tumbos pero en el Parlamento funciona, debemos reconocerlo.

Quisiéramos comentarles también que el gobierno de Montevideo tiene déficit pero que ese déficit no está en el bolsillo de nadie sino que está en los servicios y las obras que la IMM realiza y que Mariano y su equipo de gobierno cuentan con el respaldo y la confianza de esta fuerza política en la tarea que están realizando. Claro que cuentan con nuestra confianza y nuestro apoyo. Bien, Mariano.

Quisiéramos transferir a esta asamblea la responsabilidad con que nuestros más de cien ediles están trabajando en sus respectivos ámbitos en todo el país. Quisiéramos contarles las experiencias que seguimos recogiendo en nuestro permanente contacto con las diversas realidades del país: Bella Unión, San Carlos y otras que vendrán. Y quisiéramos también referirnos a los desafíos que nos hemos autoplanteado en materia de actualización de nuestra identidad y nuestro programa, pero ya es tarde y no queremos abusar más de la atención de ustedes. Oportunidades no faltarán para repetir este tipo de asambleas.

Queridas compañeras y queridos compañeros, uruguayos. La consigna que ha presidido este estrado corresponde a un pasaje de una carta que en febrero de 1812 don José Artigas remitiera a las autoridades de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Dice así: «Nosotros defendemos la causa de los hombres. Todos van a participar del fruto de nuestros afanes». Una aclaración y una constancia: El Jefe de los Orientales solía usar la expresión «afanes» en el sentido que ésta tiene y así lo entendemos nosotros.

La constancia. Sí, compañeros. Sí, uruguayos. Nosotros, siguiendo la enseñanza del auténtico Artigas, el de huesos, nervios, sangre y barro. Porque Artigas era un hombre como todos nosotros. Sufría, lloraba, se reía, soñaba. Tenía enormes grandezas y también seguramente, como tiene toda condición humana, tenía miserias.

Ese es el Artigas que queremos. El Artigas humano, el Artigas con un profundo sentimiento de cariño hacia los más desprotegidos. Ese Artigas de huesos, nervios, sangre y barro como escribía Quijano. Defendemos la causa de los hombres y queremos, esta fuerza política quiere que todos participen de nuestros anhelos. Y también queremos alcanzar el norte que Artigas nos señalara en el artículo 6 de un breve documento que él firmó el 10 de setiembre de 1815. Breve pero suficiente para delinear un proyecto político que quedó inconcluso con su derrota en 1820 y que desde entonces los conservadores de siempre tratan de ignorar. El documento es el Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y la Seguridad de sus Hacendados. Y en su artículo 6 dice, y con este concepto cerramos nuestra ya larga intervención, que «su puesta en práctica ha de realizarse a prevención de que los más infelices sean los más privilegiados». Sí, compañeras y compañeros.

Sí, uruguayos. Ya es hora de que los más infelices sean los más privilegiados. Ya es tiempo de decirle a Artigas: Aquí está tu pueblo y somos lo que tú nos enseñaste a ser.

Gracias y hasta la victoria. Siempre.